En 1947 y por obra de la casualidad, el importador holandés Ben Pon se encontraba en la fábrica Volkswagen cuando reparó en un improvisado vehículo que construyeron los obreros para transportar planchas de metal. Días más tarde se sentó y dibujó un original boceto en su agenda, que luego se transformó en la célebre Kombi, famosa en todo el mundo y rediseñada varias veces por su vigencia.